Hace un mes, exactamente, el 11 de noviembre de
2012, se disputaba la última prueba del mundial de motociclismo. Era en
Valencia, en el circuito de Ricardo Tormo, un escenario perfecto para el final
de temporada. Nuestros pilotos corrían en casa, y los que estábamos allí
apoyábamos a cada uno, yo y como sabéis, estaba ahí por Nico Terol.
Los títulos de las categorías ya estaban decididos,
Sandro Cortese en Moto3, Marc Márquez en Moto2 y Jorge Lorenzo en MotoGP se llevaban
la corona de campeones. Pero son muchos los pilotos que este año disputaban el
mundial, y concretamente, hay uno que pasó de ganar el mundial de 125cc en 2011
a adaptarse en un largo año a la moto2, el trabajador, Nico Terol. El último
campeón de 125cc de la historia se despedía hace ya un año de su moto, llamada
Marisol, para dar el salto a Moto2 y avanzar en su carrera profesional, esta
vez acompañado de Rogelia, la que hace un mes nos diera una gran alegría.
El día se presentaba despejado, aunque con algunas
nubes sobre el asfalto del circuito. Los miles de aficionados que se habían
trasladado hasta allí esperaban disfrutar de esta carrera final, donde se sabía
quien eran los campeones, pero no los que cerrarían el podio tras un largo año
de luchas en pista.
El turno de Moto2, y tras un fin de semana excelente
para Nico, salía desde la cuarta posición de parrilla tras un Márquez
penalizado que saldría en último lugar. Aquel día, el campeón del mundo
inauguraba con todos los espectadores la cuarta curva del circuito, que lleva
su nombre desde ese día. Y puede que fuera eso, o puede que fuera el destino,
pero una vez se apagó el semáforo, Nico Terol se colocaba en primera posición,
pasando en primera posición por su curva y liderando las primeras vueltas de la
carrera. En ese momento, como espectadora, y como admiradora del número 18
empuje aquella moto como si se me fuera la vida en ello, se merecía estar ahí,
y no defraudo a nadie.
Por detrás, un Simón fuerte intentaba alzarse con la
victoria, pero Márquez decidía adelantar hasta la primera posición, dejando a
Nico en la tercera posición del podio aquel día de noviembre. En ese podio, se
veía recompensado un trabajo de todo un año, la Suter de Aspar llevaba a Terol
al podio, tras pelear en cada carrera por mejorar el resultado, tras muchas
charlas con sus mecánicos y tras mucho trabajo, tanto del equipo como del
piloto, ahí estaba él, el dorsal 18 conseguía su primer podio en Moto2, el
podio deseado de un campeón, que un día volverá a serlo.