Resignada y con la idea
clara de que no iba a ir a Valencia, en esa charla que tuvimos en MotoMadrid, y
en la que también estaba presente mi padre, me di cuenta de que realmente si
podía permitirme el viajar hasta allí y acudir al evento, tenía que intentarlo.
Así que sin más preámbulos, le dije a mi padre que me quería ir, a lo que él me
contesto: ‘Si tienes ganas de verles no
seré yo el que te diga que no’. Tras esas palabras y el apoyo que me
demostró mi padre convencí a mi amiga Sofía para que me acompañara en la
aventura, ella, mi fiel compañera de presentaciones enseguida me dijo que sí,
no hizo falta decir nada más para saber que el martes pondríamos rumbo a Valencia.
Así fue, el martes me
vi con ella en la estación de Méndez Álvaro para coger el autobús que pondría
rumbo a una aventura de lo más emocionante. Tras 4 horas de viaje, de charlas,
de emociones, de nervios… Llegamos a la ciudad que he visitado siempre por
Nico, y una vez más, me encontraba allí por él.
El hotel donde nos
quedamos estaba cerca del lugar de la presentación así que al llegar comimos
viendo un canal valenciano (ya que estábamos allí nos intentamos integrar
jajajaja) y tras una comida entre risas tocaba ponerse manos a la obra para
prepararse. En 3 horas estábamos listas, y a las 17:15 salíamos del hotel para
poner rumbo a la Casa de la Beneficiencia situada en el centro. Tras un paseo
con algo de viento (que nos despeinó por completo) llegamos al lugar del acto,
siendo las primeras en llegar y observando lo bonito que era aquel lugar.
Rodeada entre árboles, palmeras, motos campeonas, photocall y un salón precioso
con las motos Aspar 2013 sólo faltaba la llegada de los pilotos.
El primero en aparecer
fue Aleix Espargaró, seguido de Randy De Puniet, Jonas Folger y el último sería
Jordi Torres, con su habitual sonrisa que contagiaba en ese mismo momento a la
mía. Más tarde, y más cerca de la puerta, Sofía me avisó de que Nico Terol estaba
entrando, seguido de Eric Granado.
En ese momento miré a
la puerta y ahí estaba él, el causante de mi viaje estaba delante de mí. Nico
se acercó bastante sonriente y me saludó, en ese momento en el que a tu ídolo
le suena algo tu cara es cuando crees que los 353km (consultados en Google
Maps) merecen la pena. Después de eso entramos al gran salón, y una vez
decididas nos pusimos manos a la obra para hacer las entrevistas, el primero
sería Eric Granado, un chico de lo más amable y al que fue un placer conocer.
Después sería Jordi Torres, al que en vez de entrevistar parecía una charla
entre tres personas que hablan de motos, nos dio muy buenos momentos esa noche.
Y por último sería Aleix Espargaró, que se acercó a nosotras dispuesto a hablar
y también nos sacó algunas sonrisas.
Tras estas tres
entrevistas y preparada para hacer la más importante me acerqué a donde estaba
Nico, que estaba atendiendo a otros medios. Me tocaba esperar, y cuando creí
que llegaba mi momento se lo llevaron para hacerse unas fotos con la moto de
este año. Al terminar me miró y me avisó de que se tenía que poner el mono, que
dejábamos la entrevista para luego. Así que resignada pero esperanzada, creí
que era mejor esperar.
Luego llegó el
photocall con todos los pilotos, con los patrocinadores, la entrada a la sala,
la presentación (donde Jordi dio lo mejor de sí hablando en lenguaje ‘zorruno’
como decía Mela Chércoles) y por último, las últimas entrevistas del día. Me
quedé con la prensa que quedaba por entrevistar a algún piloto y en cuanto vi
que Nico estaba libre me acerqué para saber si era el momento. Parecía ser que
no, la representante de prensa del equipo me dijo que era una entrevista
demasiado larga para ese instante, que la hiciera por teléfono (cosa que dudo
que consiga, y no porque no lo intente).
Después de ese
inesperado contratiempo me alejé unos minutos de todo aquello, llamé a mi amiga
Elena y me desahogue con ella. Da gusto saber que en momentos de bajón tienes a
gente como ella para contarle cualquier cosa. Pero tras ese instante, decidí
que no había viajado hasta allí para alejarme, así que fui hasta la zona del cóctel y una vez allí y tras observar a Marisol (moto de Nico con la que fue
campeón para aquellos que no la conocéis) nos acercamos a Jordi que estaba sólo
y comiendo para hablar un rato con él. Fue un momento genial, ya os he contado
en otras entradas lo maravillosa persona que es, pero en aquel ratito Sofía y
yo disfrutamos más que nunca de una compañía como la del grandísimo dorsal 81.
Nos hizo reír, llamó a Eric Granado para pedirle un favor, mintió para que Eric
accediera y luego le explico términos de español.
Tras grabar el vídeo
con Eric Granado y pasar unos minutos de risas con el piloto brasileño sabíamos
que la noche estaba llegando a su fin. Y así era, al volver de nuevo al cóctel vi que Nico se estaba despidiendo de la gente, me entró cierto miedo de que se
marchara y yo no fuera capaz de decirle nada, pues mi oportunidad se había ido con
el impedimento de no hacerle la entrevista. Así que sin pensármelo dos veces,
me acerqué a él y le pedí una foto junto a Marisol, él accedió encantado y pude
despedirme de él, no diciéndole todo lo que quería pero si demostrando que sigo
ahí, que SIEMPRE seguiré apoyándole.
Tras esa despedida, los
pilotos se fueron marchando hasta que sólo quedaba Jordi, el cual se nos acercó
para ver si habíamos grabado el vídeo sin problema y de paso nos despedimos
también de él, ahora las que se iban éramos nosotras.
Había sido un evento
precioso en un ambiente aún mejor, y el simple hecho de estar rodeada de las
dos personas a las que van dirigida este blog fue motivo suficiente para saber
que la aventura inesperada que había surgido días antes en MotoMadrid había sido
una realidad. Estaba en Valencia, había visto al 18&81 y había podido
hablar con ellos. Iba con el objetivo de aprender y de vivir una experiencia
más, y saqué muchas cosas positivas de esa noche. Era feliz, ellos me hacían
feliz.
PD: Recibí muchos mensajes
esa noche por twitter, así que desde aquí agradecer a todos los que se
preocuparon por saber qué me había pasado con Nico y animarme cuando lo
necesitaba. Tengo ídolos muy grandes, ¡pero una gente que me rodea aún mejor!